EL GRAN
MUNDO DEL JUEGO
FECHA DE INICIO:
FECHA DE FINALIZACIÓN:
PREGUNTAS PROBLEMATIZADORAS
¿Por qué me gustan tanto los juguetes?
¿Por qué siempre quiero jugar?
¿Yo tengo derecho a jugar siempre?
JUSTIFICACIÓN:
Realice este proyecto del juego porque se ha
evidenciado un interés muy importante de los niños y las niñas del grupo por
este tema. De los 59 niños y niñas que tengo en el grupo 50 se inquietaron por el
juego, 5 por los medios de transporte y 4 mostraron interés por otros temas. Ya
que la mayoría de los niños y las niñas escogieron el juego este será el
proyecto a trabajar durante este mes.
Con este proyecto reforzare un derecho
fundamental de los niños y las niñas que es el derecho al juego y la
recreación.
OBJETIVO GENERAL:
Ø
Sensibilizar al niño y a la niña a partir
del juego, para que así adquieran aprendizajes significativos como
algunos valores y normas establecidas en los mismos.
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
Ø
Trabajar con los niños y las niñas el derecho a la recreación, el deber de
cumplir normas y el valor del cuidado
Ø
fortalecer habilidades, destrezas que son
necesarias para el desarrollo integral de los niños y las niñas.
Ø
Promover
diferentes juegos didácticos para observar el desarrollo afectivo y emocional
del niño y niña.
Ø
fomentar en los
padres de familia la importancia del juego con sus hijos para un mejor
desarrollo de su personalidad.
GRAFICA
ARAÑA
Por qué
me gustan tanto los juguetes
Por qué siempre quiero jugar Yo
tengo derecho a jugar siempre
MARCO
TEORICO
¿Por Qué Juegan Los Niños? El juego constituye en el niño su
actividad central. Hace activo lo que muchas veces sufre pasivamente. El niño
juega no sólo para repetir situaciones placenteras, sino también, para elaborar
las que le resultaron dolorosas. Al jugar, el niño
exterioriza sus alegrías, miedos, angustias y es el juego el que le ofrece la
posibilidad de elaborar, por ejemplo, los celos hacia un hermanito en el juego
con un osito, al que a veces besa y a veces pega. El juego le aporta una larga
serie de experiencias que responden a las necesidades específicas de las etapas
del desarrollo.
Durante el primer año de vida, por
ejemplo, los intereses se centran en el chupar, morder, explorar los juguetes,
hasta la aparición de los dientes. Más adelante, el
"jugar a la mamá o el papá", le permite identificarse con aspectos de
ellos que contribuyen en la formación de la personalidad.
A medida que van creciendo comienzan a jugar con los
juegos reglados donde se observa cómo pueden competir, si aceptan o no las
reglas, cómo reaccionan frente al ganar o perder, etc.
Un niño que no juega nos hace pensar que algo le está
sucediendo, y si esta situación se repite frecuentemente se hace necesario un
análisis de la situación.
Compartir el juego del niño es una manera de
intercambiar con él, contenerlo, y volver a conectarse con una parte de niños
que conservamos los adultos a través del tiempo.
El juego provee a los niños la
oportunidad de hacer sentir su universo. Esto los ayuda a descubrir y
desarrollar su propio cuerpo, descubrir a otros y desarrollar relaciones
interpersonales para imitar papeles de la familia y descubrir nuevos modos de
operar.
El juego le permite al niño conocer su
mundo, descubrir su cuerpo, conocer a otras personas y relacionarse con estas,
desarrollar vocabulario e imitar roles de adultos. El juego es un medio
primordial en el aprendizaje de los niños de nivel preescolar. Estudios han
demostrado que el juego con un rango de funcionamiento psicológico incluye
pensamiento creativo, solución de problemas, habilidades para aliviar tensiones
y ansiedades, habilidad para adquirir nuevos entendimientos, habilidad para
usar herramientas y desarrollo del lenguaje.
Rousseau enfatizaba la importancia del
niño, desarrollando sus instintos naturales, estableciendo un juego de niños en
su ocupación natural y que no sienta alguna diferencia. Él veía el aprendizaje de
los niños llevándose a cabo a través de la libertad y espontaneidad que el
juego provee. Pestalozzi comenzó la primera educación al exterior enfatizando
que los niños deben continuar como lo hacían en el hogar, en orden para.
Rousseau veía el juego como una forma libre y espontánea de aprender.
Pestalozzi creía que el juego debía ser igual al juego del hogar encaminado a
aprender.
El juego tiene motivación intrínseca.
Es disfrutable, flexible, escogido libremente. No es literal. Requiere
actividad verbal, mental y física. Krasnor & Pepler sugieren que el juego
puro es una combinación de elementos. El juego del niño es simbólico
(representando la realidad); significativo (experiencias relacionadas); activo
(los niños están haciendo cosas); placentero (cuando se envuelven seriamente en
una actividad); voluntario o intrínseco (motivado); los motivos son curiosidad,
material, afiliación con reglas, expresado implícita o explícitamente,
episódico, caracterizado por metas emergentes, cambiantes que los niños desarrollan
espontáneamente.
El contenido del juego está
influenciado por las experiencias de los niños y por el contexto en el que
ellos se encuentran. El contexto puede incluir ambiente físico, tiempo, otros
niños y adultos, culturas y expectativas. Jean Piaget propone que el juego
puede ser pura asimilación, pero su relación o predominio de su asimilación
sobre la acomodación es lo que define una actividad como juego. Dewey sugiere
que el juego da prominencia o énfasis a una actividad sin mucha referencia a
sus resultados. Bruner, Jolly & Silva, proponen que los niños usan
invenciones en las reglas del juego en una forma creativa y generativa. Brunner
y Sherwood ven el juego como una oportunidad para practicar su rutina de
conducta. Los niños cuando juegan están continuamente percibiendo, usando
contrastes: un aspecto social, de aprendizaje. El juego tiene un lugar
particular en la Teoría de Piaget. Piaget escribió:
"El
juego es una forma particularmente poderosa de actividad que tiene la vida
social y la actividad constructiva del niño. Las funciones del juego difieren
con la variación de edad cronológica. Muchas actividades del exterior e
interior de los niños son determinadas por el equipo, espacio y
superficie."
El
Juguete Y El Desarrollo Físico Y Psíquico Del Niño Y La Niña
Siempre que se comienza a tratar sobre
las particularidades del juguete y sus efectos y relaciones con el desarrollo
de los niños y niñas, invariablemente se correlacionan con la significación del
juego, pues en dependencia de la misma es que generalmente se concibe la
elaboración de dichos objetos. Así, por ejemplo, J. Piaget establece una
clasificación de los juegos que es ampliamente conocida, y en la que se
especifican que estos pueden ser funcionales, de construcción, de reglas, de
roles, y didácticos, si bien estos últimos no constituyen realmente una
categoría en sí mismos, sino una que es extensible a las demás, concepto sobre
el cual se ha de volver en un momento posterior.
Sobre la base de esta clasificación de
los juegos se organiza a su vez una idéntica referente a los juguetes, y se
habla entonces de juguetes funcionales, de construcción, de roles, reglas y
didácticos, que tienen determinados contenidos, funciones educativas y patrones
de acción, estrechamente relacionados con el desarrollo de los juegos a que se
refieren, y que se materializan en tipos determinados de objetos que se supone
gozan de estas propiedades. De esta manera el juguete aparece como algo sin
significación en sí mismo como objeto de la realidad, y sus efectos sobre el
desarrollo físico y psíquico se valoran solamente en sentido de lo que
proporciona el juego como tal. Esto, que en cierta medida es aceptable, limita,
sin embargo, conocer verdaderamente las posibilidades del juguete para el
desarrollo de los niños y niñas, pues solamente lo concreta a la situación del
juego. Y si bien esta es la actividad más importante del niño y niña de edad
preescolar, no es el único tipo de actividad que estos realizan, y en la cual,
el juguete, como objeto de la realidad, también ejerce una acción estimulatoria
sobre los distintos procesos y propiedades psíquicas, aunque no estén inmersos
dentro de una actividad de juego propiamente dicha.
Por ejemplo, cuando el niño lactante
manipula un objeto cualquiera, como puede ser una pelota (que generalmente se
considera que es un juguete) y realiza varias acciones repetitivas con la
misma, esto realmente no es un juego, ya que tales acciones se dirigen a
conocer el objeto, sus particularidades y propiedades, y no a obtener un goce o
disfrute con el mismo. A esta primera fase de la actividad con objetos es lo
que se suele llamar como manipulación de objetos, y que siempre está dirigida
al conocimiento de las características externas de los mismos. Pero, no
obstante no está en una actividad propiamente de juego, sin embargo, dicho
objeto (el juguete) ha propiciado una estimulación de diversos procesos y
cualidades psíquicas, tales como la discriminación y diferenciación perceptual,
la concentración de la atención, la generalización de relaciones, el
razonamiento, en fin, ha tenido un efecto importante a los fines del desarrollo
del niño o la niña.
Claro está, si esto también puede o no
considerarse como juego en una discusión histórica dentro de la ciencia
psicológica, algo que no va a ser objeto de análisis en el momento, lo
importante es hacer notar que las posibilidades del juguete para el desarrollo
no solo se circunscriben a la actividad de juego en sí misma, sino que van más
allá, al conjunto de todas las actividades que el niño y la niña realizan en su
transcurso evolutivo. Y que, por lo tanto, su estudio no solamente ha de
hacerse en relación con sus posibilidades para concretar los objetivos del
juego, sino de las más variadas actividades que los niños y niñas hacen, y consecuentemente,
referidos a todas sus cualidades y procesos psíquicos y físicos. Y esto amplía,
la viabilidad del juguete como medio para potenciar el desarrollo infantil.
De esta manera la finalidad de un
juguete es estimular la actividad y la iniciativa de los niños y las niñas,
posibilitando así que los más diversos procesos y cualidades psíquicas, así
como las destrezas motrices, se desarrollen en relación con las
particularidades intrínsecas de cada tipo de juguete y lo que este
fundamentalmente promueve en cada acción psíquica o física. Se remarca señalar
el aspecto "fundamental" que cada tipo de juguete potencia, para
destacar que en un mismo objeto-juguete están asentadas no solo la acción
psíquica que constituyen su función principal, sino también otras sobre las que
igualmente ejerce un efecto, aunque no sea tan destacado en algunos casos. En
el caso de la pelota anteriormente mencionado, si bien es obvio suponer que su
principal dirección sea activar la actividad motora gruesa y los movimientos finos
de la mano para el agarre, también actúa sobre la percepción de la forma, la
sensibilidad táctil, la discriminación visual, entre otras propiedades. Ello
evita considerar a un tipo de juguete exclusivo para una determinada
particularidad del desarrollo, sino que abarca un amplio rango de posibilidades
de estimulación.
Un fin
principal del juguete lo es también el ofrecer al niño y la niña la oportunidad
de expresarse y poner en práctica las nuevas habilidades adquiridas en las
sucesivas fases de su desarrollo normal, en particular en la etapa infantil en
la que el juego es la actividad fundamental y parte consustancial del medio en
el cual se educan, constituyendo el instrumento básico de su proceso educativo.
¿Qué es el juego? La respuesta a esta pregunta parece fácil, ya que habitualmente resulta sencillo para el observador reconocer el carácter de juego de una acción, del mismo modo que quién está jugando tiene conciencia de este carácter lúdico.
Así, cuando vemos a una niña acunando cariñosamente su muñeca, a otro modelando figuras en plastilina, a un grupo atareado en torno a unas cuantas bolitas, o a un pequeño que salta repetidas veces desde el mismo escalón, sabemos que están jugando, pese a que la conducta es muy similar a la realidad "en serio". ¿Cómo sabemos que lo que el menor realiza es un juego?
Es difícil limitar el juego a una definición, por lo que intentaremos resaltar los criterios que permiten diferenciarlo de otras actividades.
Es difícil limitar el juego a una definición, por lo que intentaremos resaltar los criterios que permiten diferenciarlo de otras actividades.
¿Cuándo se está jugando? Las diversas teorías del juego proponen diferentes criterios para reconocer esta actividad, a partir de los cuales podríamos decir que se esta jugando cuando la actividad realizada:
Ø Produce placer al sujeto que la realiza. Interesa más la acción que el resultado.
Ø La meta de la acción es el juego mismo y no el aprendizaje. Prescinde de las limitaciones de la realidad.
Ø Ejercita funciones o capacidades del sujeto. Satisface necesidades afectivas del sujeto. Crea una situación imaginaria.
Ø La intención de jugar la diferencia de una actividad similar realizada como trabajo.
Estos criterios responden a diferentes modos de entender el juego y reflejan la complejidad de esta actividad, que en ciertos momentos puede responder a unos u otros de los criterios señalados.
El
Juego: Derecho De Los Niños
Podría decirse que el juego es casi un
instinto con el que nacemos los seres humanos. En los primeros meses de vida el
bebé juega con sus manos, las mira, las descubre y poco a poco entiende lo que
puede hacer con ellas.
El juego es entonces la forma natural
de incorporar a los niños en el medio que les rodea, de aprender, de
relacionarse con los otros, de entender las normas de la sociedad a la cual
pertenecen.
Un bebé con su sonajero descubre
sonidos y movimientos, una niña con su rompecabezas se divierte mientras piensa,
relaciona y capta. Así mismo, un adolescente con juegos como
"Escondidijos" o de deportes como el fútbol o el baloncesto aprenden
la importancia del trabajo en equipo, el respeto al otro sea adversario o no y
el acatamiento de normas en pro del entendimiento y la sana diversión.
Casi todos los padres le han comprado
a su hijo un carrito o una pelota y a su hija la muñeca a la que podrá darle
tetero y cambiarle la ropita. Estos juegos de hecho son importantes, pero a los
padres se les ha olvidado incentivar en sus hijos el juego creativo y, más
importante aún, compartido. Sentarse con los hijos a hacer figuras de
plastilina, a pintar, a leer un cuento, a jugar "Lotería" o
"Parqués", o animarse a correr e inventar juegos que refuercen los
lazos familiares.
El juego puede ser un fin porque
proporciona diversión y esparcimiento pero también puede ser un medio para
alcanzar un fin, y en ese sentido los padres pueden crear juegos para que sus
hijos aprendan, por ejemplo, a recoger los juguetes después de jugar,
despertarles el interés por algunos alimentos, enseñarles a lavarse los dientes
y muchas cosas más.
Hemos mencionado aquí todas las
ventajas que tiene el juego y, sin embargo, desde el sistema escolar se está
presionando al niño para que cada vez, a más temprana edad, entre a una
educación formal en la que el juego tiene escasa cabida. Detrás de estas
medidas hay más un interés monetario que cualquier otra cosa y no sólo se
minimiza el potencial del juego en el aprendizaje sino que también se está olvidando
la importancia del juego en el desarrollo emocional y afectivo de los niños.
Un niño que juega es un niño que ama
la vida, que entiende y tolera situaciones difíciles, que ama a quienes les
rodean, es un niño que sonríe y es feliz.
El juego
es un derecho que tiene todo niño y una oportunidad que tenemos los adultos de
pasar un buen rato y de aprender de esa capacidad que tienen los niños de
disfrutar y admirarse con las cosas simples. El juego es algo muy serio
RECURSOS FISICOS LOCATIVOS HUMANOS
Material
didáctico
aula de clase
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YUDY TATIANA GRANOBLES SERNA
YESICA YULIETH GOMEZ ZAPATA
YESICA YULIETH GOMEZ ZAPATA
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